sábado, 23 de mayo de 2015

Huella

Huella

La ruta a esta hora es casi imperceptible. Los ojos cansados miran sin mirar, el sol de costado funciona como un abrazo suave que invita a dejarse llevar. El asfalto de chicle ondulaba el andar del auto, viajando como en una ciénaga de destellos solares. Una especie de perro con alas cruzo la carretera, el pie en el freno, un giro en trompo, el cinturón que frena la fuerza centrífuga, banquina, pasto, huella. Suspiro, levanto la cara, miro, veo al perro con alas, vacas, distintas aves posadas en los alambres y en los cables. Todos me miran, se acercan. Rodean el auto. (Fragmento)



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